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Tras el llamamiento de Sant'Egidio para las poblaciones desalojadas en Abiyán, Costa de Marfil, las ayudas se multiplican y se buscan nuevas viviendas

La ayuda se está extendiendo a las poblaciones recientemente desalojadas de los mayores barrios marginales de Abidjan, que fueron completamente arrasadas. La llamada de la Comunidad de Sant'Egidio para no abandonar a quienes han perdido su hogar y se ven obligados a trasladarse a las afueras de la ciudad fue aceptada por la Iglesia Católica de Costa de Marfil. En los últimos días, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal y responsable de Pastoral Social, Mons. Bruno Yedo y el secretario de Cáritas nacional visitaron los sitios destruidos y llevaron ayuda en alimentos y otros productos de primera necesidad. Según un plan iniciado por la Comunitat, 47 familias del barrio de Anyama pudieron alojarse en alojamientos alternativos.

En las últimas dos semanas, también se han multiplicado las acciones a favor de un soporte nutricional adecuado y asistencia médica. Es una señal de esperanza para los desplazados: la alegría de una madre, que se había refugiado bajo un puente, por el nacimiento de su pequeña, gracias a la intervención urgente de la maternidad más cercana; muchos niños entre las familias desalojadas de los barrios de Boribana y Cité Marine que pueden seguir asistiendo a las Escuelas de Paz de Sant'Egidio ya que a pesar de la precariedad de la situación, continúa el servicio de escolarización y cultura de la paz. Gracias a las ayudas, que siguen llegando de otras asociaciones locales y ONG, Sant'Egidio seguirá apoyando a las poblaciones afectadas por los desahucios que, iniciados en febrero, están llegando a casi todos los barrios marginales de una ciudad que ahora tiene aproximadamente cinco millones de habitantes.