La carta de derechos de los ancianos y de deberes de la comunidad. Del blog «¡Viva los ancianos!»

La pandemia de covid-19 ha tenido terribles consecuencias en la vida de los mayores, con un altísimo número de muertes en residencias de ancianos, que han puesto de manifiesto las carencias de un sistema asistencial basado en residencias y poco o nada presente en el territorio y en las viviendas. Precisamente por esta razón, en septiembre de 2020, la ministra italiana de Salud creó una «Comisión para la reforma de la asistencia sanitaria y sociosanitaria a la población anciana», y nombró como coordinador a Vincenzo Paglia.
Uno de los primeros actos de la Comisión, compuesta por académicos y representantes de distintos ámbitos culturales, fue preparar una Carta de Derechos de los Ancianos y de Deberes de la Comunidad, para que sirviera de inspiración de la reforma y fomentara una nueva visión de la vejez. En estos días, la Carta se ha difundido a nivel nacional a través de 300.000 ejemplares de la revista Familia Cristiana. El documento tiene la ambición de propiciar un cambio de paradigma, primero cultural y luego organizativo y asistencial, para concienciar no solo sobre los derechos de las personas de edad avanzada, sino también sobre los deberes de la sociedad de acoger y mejorar esta etapa de la vida.
La Carta establece tres contextos en otros tantos capítulos: 1) respeto a la dignidad de la persona anciana, 2) los principios y derechos de una atención responsable, 3) protección para una vida de relación activa. De sus páginas surge una nueva forma de entender la vejez, que ya no se entiende como una época de la vida «inútil», sino por el contrario, como la fase de la generosidad, de la libertad y de un crecimiento interior. El documento no se limita a formular un estándar, sino que proporciona muchos ejemplos concretos y se enriquece con historias de vida, un material que proviene de la experiencia de Sant'Egidio.  Esta presentación tiene como objetivo demostrar el carácter popular de la Carta y fomentar su difusión y conocimiento precisamente para que haya una percepción diferente de la edad anciana. También es intención de la Comisión, que se difunda a nivel europeo y en las Naciones Unidas, con encuentros y congresos a todos los niveles.

 

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