En Múnich Sant'Egidio celebró el 55 aniversario con una misa presidida por el cardenal Reinhard Marx. Es significativo que la ceremonia se celebrara en la periferia norte de la ciudad, en un barrio con un fuerte crecimiento. Allí, desde hace unos años, la Comunidad centra su dedicación a los pobres y recientemente ha abierto una nueva sede en el centro Dominikus, donde el cardenal saludó a los participantes en la celebración.
En su homilía, el cardenal recordó la larga amistad que le une con Sant'Egidio y destacó que la Comunidad sabe unir espiritualidad y trabajo social, llevando la misericordia del Evangelio a los pobres. El cardenal pudo constatar personalmente que una nueva vida comunitaria ha surgido en una gran periferia anónima y que Sant'Egidio ya es una casa para muchos, como explicaron algunos. Ursula Kalb, de Sant'Egidio, destacó que la Comunidad respondió al deseo del cardenal de llenar de vida cristiana esta gran y nueva periferia del norte de la ciudad, como demostraron todos los presentes: refugiados –sobre todo, ucranianos–, ancianos, niños y estudiantes de la escuela de alemán y todos los que sienten la amistad en la casa de la Comunidad. También participaron en la celebración muchos amigos del comedor, que está en el barrio central de Schwabing, donde cada semana unas 500 personas reciben una comida caliente.
