La Comunidad de Sant’Egidio expresa su profundo dolor y su cercanía a las familias de las víctimas caídas en el terrible ataque terrorista de Nassirya. El dolor todavía es más profundo al pensar en el esfuerzo de pacificación y de cercanía a la población civil iraquí que caracteriza la presencia de los carabinieri y de los soldados italianos en aquella castigada área del mundo. La violencia nunca es una contribución ni a la paz ni a la justicia. Deseamos que en Irak se encuentre pronto una vía para un renacimiento pacífico del país y de la sociedad iraquí |