Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos
18-25 de enero de 2012
Durante la Semana por la Unidad de los Cristianos,
la Comunidad de Sant’Egidio, en todo el mundo, dedica a la invocación por la unidad los encuentros de oración que reúnen a todas las Comunidades y promueve oraciones y encuentros de carácter ecuménico.
Roma:
Santa Maria in Trastevere: 19 de enero, 18,30 h. - Vigilia Ecuménica Diocesana de Oración
Otros eventos en Roma:
Míercoles 18 de enero
- Parrocchia dei SS. Francesco e Caterina Patroni d'Italia, Circonvallazione Gianicolense 12, ore 19.00, con il pastore Paolo Ricca della Chiesa Valdese
- Parrocchia dei SS. Aquila e Priscilla, via Pietro Blaserna 113, ore 19.00
Jueves 19 de enero
- Parrocchia di Santa Maria Consolatrice, Via Casal Bertone 80, ore 21.00
Viernes 20 de enero
- Parrocchia S. Giuseppe a Via Nomentana, Via Francesco Redi 1, ore 19.30, con Valdo Bertalot della Chiesa Valdese
Domingo 22 de enero
- Parrocchia SS. Simone e Giuda Taddeo, Via di Torrenova 162, ore 16.00, con il pastore Jens-Martin Kruse della Chiesa Luterana
Lunes 23 de enero
- Parrocchia Sacra Famiglia di Nazareth a Centocelle, Piazzale delel Gardenie 45, ore 18.30
- Parrocchia S. Maria Stella dell'Evangelizzazione, Via Amsterdam 5, ore 19.00, con il pastore Antonio Adamo della Chiesa Valdese
- Parrocchia del SS. Redentore a Val Melaina, Via Monte Ruggero 63, ore 18.30
- Parrocchia S. Alfonso de' Liguori, Via della Giustiniana 245, ore 19.30, con Valdo Bertalot della Chiesa Valdese
Martes 24 de enero
- Parrocchia S. Gregorio Magno, Piazza Certaldo 1, ore 19.00, con il pastore Jens-Martin Kruse della Chiesa Luterana
Génova (Italia):
22 de enero 2011, 18.00 h.- Conferenza: La vita di preghiera in Cristo. S.E Innokentij Vasil’ev della Chiesa Ortodossa Russa, Arcivescovo di Vilnus e Lituania. Sala Frate Sole P.zza della Nunziata, 4. Ore 18
Milán (Italia):
24 de enero de 2011, 20.00 h.- Preghiera della Comunità presieduta dal Pastore Giuseppe Platone della Chiesa Evangelica Valdese, Chiesa di S.Bernardino, via Lanzone 13
Barcelona (España):
22 de enero de 2011, 18.30 h.- Conferencia: "UNIDAD Y CARIDAD. La respuesta del cristianismo a los desafios de una sociedad en crisis". S. E. Feodosiy, Obispo de Brovary y Vicario de la eparquía de Kiev de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania (Patriarcado de Moscú). Sala Acadèmia de les Bones Lletres. Carrer bisbe Caçador, s/n. Barcelona. (al lado de la Plaça Sant Jaume)
(altri appuntamenti verranno segnalati appena perverranno alla redazione del sito)
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Meditación para la Semana de la Unidad
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Jesús, mirando a sus discípulos, en el momento de dejarles, rezó “para que todos sean uno”. Antes había dicho: “Yo y el Padre somos uno”. Tal vez, mirando sus rostros, se había dado cuenta de que eran muy distintos y de que eso habría podido dividirlos. Luego, en el momento de ser arrestado, Jesús revela su sueño y su esperanza por sus discípulos: “que sean uno”. Como Dios, Padre Todopoderoso, Señor del mundo, es uno solo con Jesús de Nazaret, él reza para que también sus discípulos entren en la unidad de esta familia. ¡Que sean uno!
Pero los cristianos estamos divididos. Nuestras iglesias y comunidades están divididas. No solo distintas. Distintas en los cantos, en las formas de rezar, en los modos de vida. Muchos fieles no sabrían explicar por qué estas comunidades y estas Iglesias están divididas.
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Icono de los Testimonios de la Fe del siglo XX - Basílica de San Bartolomeo all'Isola Tiberina, Roma |
Se podría decir que la responsabilidad de estas divisiones y de muchas incomprensiones es de personajes del pasado y de momentos lejanos en la historia.
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Un día entró el espíritu de división. Y el espíritu de división todavía está entre nosotros.
Jesús rezó también por nosotros. De hecho las divisiones están en nuestro corazón. No sólo teologías, sino actitudes de uno hacia el otro.
Nosotros a menudo también somos actores de la división, de la insensibilidad, de la incomprensión. Estamos llamados a responder a la oración de Jesús para que seamos uno: estamos llamados a responder en nuestra vida, cada día. Pero ¿cómo?
Renunciemos a la prepotente dictadura de nuestro yo, al cálculo, a la insensibilidad… Renunciemos a la ignorancia del otro: a vivir sin amor. Todos tenemos que convertirnos al amor, despojándonos de nuestro mundo viejo y consolidado dentro de nosotros, de esta coraza que aleja e hiere. Todos tenemos que convertirnos con una oración fuerte a Jesús, Señor nuestro, que nos amó y nos abrió la vida del amor. En la primera carta a Juan se lee:
“Si uno confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios mora en él y él en Dios. Y nosotros hemos conocido y hemos creído en el amor que Dios nos tiene. Dios es Amor: y el que permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él”. (1 Jn 4, 15-16)
Todos somos llamados a curar las grandes fracturas del mundo, de la vida de cada día, de nuestros ambientes: las que dividen a simpáticos y antipáticos, a ricos y a pobres, a cultos e ignorantes, a hombres y a mujeres, a una etnia de otra, a un grupo de otro, al mío de los demás, a los míos de los otros, a cristianos de cristianos, a cristianos de judíos, a cristianos de musulmanes… El camino por el que caminamos está lleno de estas fracturas. Nuestra casa tiene estas fracturas. Nuestro lugar de trabajo tiene estas fracturas. Estamos llamados a curarlas con el amor. No declaramos la guerra a nadie con nuestras armas, en este tiempo de guerra para el mundo.
En este mundo difícil, derrotamos al mal con el bien: con el bien del amor, con el bien de la oración, con el bien de la esperanza, aquella esperanza en el Señor Jesús que siempre nos escucha, que vendrá pronto y nos traerá la paz.
Somos uno solo en el amor: hagamos uno con otro un pacto de amor. Distintos por historia, lengua, espiritualidad, costumbres, aspecto… Somos uno solo en el amor entre nosotros, los creyentes. Somos uno solo entre los cristianos y el odio y la guerra serán derrotados por el amor.
De ese amor surgirá una fuerza de unidad. En la liturgia bizantina, antes de introducir la profesión de fe, el Credo, el diácono dice:
"Amémonos unos a otros para que en la unidad del espíritu profesemos nuestra fe."
Sí, en esta Semana de la Unidad, empecemos a amarnos de verdad, para que podamos profesar la misma fe en unidad de espíritu.
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