Durante la Séptima Congregación Generación de la Asamblea Extraordinaria del Sínodo de los Obispos sobre Oriente Medio, intervino el presidente de la Comunidad de Sant’Egidio, que participa en los trabajos en cualidad de oyente, nombrado por el Santo Padre.
Reproducimos algunas partes de su intervención:
“Es en el interés de las sociedades musulmanas que las comunidades cristianas estén vivas y activas en el mundo de Oriente Medio. Un Oriente Medio sin cristianos significaría la pérdida de una presencia interna a la cultura árabe, capaz de reivindicar el pluralismo respecto al islam político y a la islamización. Sin ellos, el islam estaría más solo y sería más fundamentalista. Los cristianos representan una forma de resistencia a un ‘totalitarismo’ islamizante. Su permanencia en Oriente Medio es de interés general de las sociedades de la región y del islam. (…) En Oriente Medio no hay que defender solo un pasado cristiano, sino también hay que afirmar una visión del futuro, partiendo de la convicción de que los cristianos tienen en eso una vocación histórica: comunicar el nombre de Jesús, vivirlo y, de ese modo, trabajar para construir de manera creativa una civilización de la convivencia que todo el mundo necesita. Ahí encontramos el deber del diálogo. (…) Las iglesias en Oriente Medio pueden ser artífices de una civilización de la convivencia, ejemplar a nivel mundial, en la medida en la que reintegran y reivindican en voz alta y fuerte el sentido de su misión”.
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