La compañía Hospira ha anunciado su decisión de suspender la producción de tiopental sódico, un anestésico utilizado en el cóctel mortal de las ejecuciones en los Estados Unidos.
Después de la interrupción de las exportaciones desde Gran Bretaña, por una sentencia de la Corte de la Reina, a raíz de diferentes iniciativas legales americanas (North Western School of Law de Chicago) y de la ONG inglesa Reprieve, la compañía que opera en Italia, Hospira srl, una filial de la estadounidense Hospira, se había convertido en el principal proveedor de este anestésico del que se está abandonando su uso terapéutico normal, mientras continúa siendo uno de los tres fármacos oficiales en el protocolo de las ejecuciones capitales.

Una inicitiva de la Comunidad de Sant'Egidio comenzó el diálogo con la filial italiana y el trabajo conjunto con Nessuno Tocchi Caino, llevó a un encuentro y al trabajo coordinado por el Ministro de Asuntos Exteriores Franco Frattini. Mientras se activaban las iniciativas legales a nivel de la Unión Europea apoyadas por la WCADP, la intervención coordinada por el Ministerio de Asuntos Exteriores puso en marcha una vía regulada también por el Ministerio de Sanidad y el de Comercio Exterior para presionar y dialogar con los dirigentes de la empresa Hospira srl.

Se fijaron, de forma concertada, los criterios de producción únicamente para fines terapéuticos con sanciones en caso de incumplimiento de los límites de la licencia.

La propuesta de la Comunidad de Sant'Egidio de autosuspender las exportaciones ha sido aceptada. Y ha llevado a suspender totalmente la producción del fármaco por parte de la compañía Hospira. Una elección de una gran reponsabilidad que pone de relieve la necesidad que ningún tratamiento terapéutico o medicamento se pueda usar para dar la muerte.