La lucha contra el sida “es una oportunidad única, una ocasión histórica de hacer frente no sólo al virus del VIH sino también a la pobreza, a la poca educación sanitaria y la malnutrición, reabriendo así un futuro importante para África y para muchos otros países del Sur del mundo”. Así se pronunció el cardenal Bagnasco, Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, en su intervención en la VII Conferencia Internacional DREAM organizada por la Comunidad de Sant’Egidio y que lleva por título: Acceso universal al tratamiento: el paso decisivo para derrotar el sida.
El cardenal también subrayó que “el conjunto de los programas de lucha contra el sida representa actualmente en el mundo un hecho único por la amplitud y la calidad de los recursos humanos y económicos empleados”, y recordó que la respuesta de la Iglesia católica, desde la aparición del “terrible azote”, fue “intensa y constante”.
El 26,7% de los centros de atención del VIH/sida en todo el mundo son de la comunidad católica: una gran inversión para luchar contra una pandemia que es la cuarta causa de mortalidad del mundo, y en África es la primera entre los adultos.
El cardenal Bagnasco también recordó que “la Comunidad de Sant’Egidio fue de las primeras en Áfricas que se movió en esta dirección a través del programa DREAM: un sueño que se ha convertido en realidad combatiendo al mismo tiempo el hambre y el sida en África. En estos años –continuó el Presidente de la CEI– la Comunidad de Sant’Egidio ha salvado la vida de más de 150 mil mujeres, hombres y niños, y ha llegado a casi un millón de personas con varias actividades, en 10 países africanos, con 20 laboratorios de biología molecular, 33 centros clínicos para el tratamiento”.
“Estoy aquí para decir –afirmó– que comparto este «sueño»”.
El Presidente de la CEI, además, afirmó que es “responsabilidad nuestra afirmar que ante las emergencias de la globalización, enormes y dramáticas, no hay que resignarse frente a las dimensiones del drama". Al contrario, el cardenal insistió que “Europa no puede afrontar su futuro centrada sólo en sus problemas. África, con sus recursos y sus retos dramáticos, forma parte de nuestro horizonte europeo y Europa no puede pensar en su futuro sin África”.
El cardenal concluyó su intervención recordando el encuentro de Benedicto XVI en Camerún con una delegación del proyecto DREAM, que tuvo lugar el 18 de marzo de 2009. En aquella ocasión, el Papa dijo a los representantes africanos de Sant'Egidio: “DREAM, un sueño hecho realidad”. |