Se ha hablado de bienestar, de situación de los ancianos, de soluciones accesibles y "económicas” para ayudar a los ancianos y las franjas más débiles, en Roma, en la sede de la Comunidad de Sant’Egidio, durante una multitudinaria conferencia de prensa.

 "Del 2008 al 2011 los fondos estatales de carácter social han disminuido en un 800%. A partir de este año –dijo Mario Marazziti, portavoz de la Comunidad– ha quedado anulado, por ejemplo, el fondo para la no autosuficiencia. Aceptamos la dura realidad de la crisis, pero si no cambiamos el modo de gastar, empeorará la calidad de vida y todo el peso del bienestar recaerá sobre el verdadero amortiguador social: la familia. Todos estos recortes se transforman en costes sociales y dramas a nivel individual".
Pero Sant’Egidio también tiene propuestas concretas: más de cuatro mil ancianos romanos de más de 75 años reciben asistencia actualmente gracias a los operadores del programa "Viva los ancianos", que nació en 2004. Ya ha terminado la fase de prueba y ahora el programa quiere ampliarse otros barrios de Roma, además de Trastevere, Testaccio y Esquilino. En los próximos meses debería empezar un programa similar en el barrio de Sanità de Nápoles.