28 de febrero – 13 de marzo: estas dos fechas han convertido el año 2013 en un año realmente extraordinario para la Iglesia y para el mundo, y han suscitado un eco profundo también en el corazón de las persona de la Comunidad de Sant’Egidio que viven su trabajo por la paz, el servicio a los pobres y a los marginados y el diálogo interreligioso en profunda comunión con el Papa. La renuncia de Benedicto XVI, que hizo posible la clamorosa “sorpresa” del papa Francisco, el pastor que llegó del fin del mundo y rápidamente se ha convertido en alguien familiar para los fieles católicos y para todos los demás, son dos acontecimientos excepcionales en la vida de la Iglesia y también en la de la comunidad de Trastevere que celebra los 46 años de su actividad.

El "Espíritu de Asís”

La audiencia que el papa Francisco concedió a los representantes de las Iglesias y las comunidades eclesiales y religiosas participantes en el Encuentro internacional por la paz organizado por la Comunidad sobre el tema “La valentía de la esperanza”, ha sido para la Comunidad uno de los momentos más significativos del año recién terminado. El encuentro volvía a Roma tras 17 años; en la audiencia, el 30 de septiembre, el Papa recordó la intuición del beato Juan Pablo II que en 1986 en Asís pidió que se mantuviera “encendida la llama de la esperanza, rezando y trabajando por la paz”, y mostró su reconocimiento a Sant’Egidio por “haber continuado aquel camino” dándole un mayor impulso.
Las palabras del Papa son la mejor manera de calificar el trabajo de Sant’Egidio por la paz y el diálogo, que se concreta precisamente en el “espíritu de Asís”. El presidente de la Comunidad, Marco Impagliazzo, en la conclusión del Encuentro de Roma dijo: “Ya se habla de diálogo entre religiones como algo fundamental en todas las resoluciones de los conflictos. Antes el problema era solo político, pero con el ‘Espíritu de Asís’ las religiones han entrado a formar parte de la solución del problema, no a complicarlo”. ”. Y en muchas circunstancias Sant’Egidio ha sido pionera. 

Trabajo por la paz

En África, en Oriente Medio, en Asia, su “diplomacia de la fe, de la caridad y de la amistad” ha hecho avances también en 2013, pues ha intervenido en numerosas situaciones de crisis en las que había peligro de fracaso en la resolución de conflictos: desde la región de los Grandes Lagos en África, escenario de guerras civiles que han empobrecido muchas poblaciones; pasando por la República Centroafricana, donde con la mediación activa de Sant’Egidio las partes en lucha han firmado un “Pacto republicano” cuyo valor ha sido reconocido por una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas; Sudán del Sur; la región de Casamance, en Senegal; Mindanao, en Filipinas; o la asistencia a los refugiados sirios. En África continúa la intensa actividad del programa BRAVO de inscripción en el registro civil de niños, que quiere proteger a los recién nacidos de los peligros del anonimato y de la consiguiente explotación de todo tipo; y de DREAM, el programa de tratamiento del sida que en 2013 ha alcanzado en diez países del África subsahariana la cifra de 225.000 personas asistidas, de las cuales 38 mil son menores de 15 años, con 22.500 niños nacidos sanos gracias al programa de prevención. En junio de 2013 fue invitada de la Comunidad y participó en varios encuentros públicos Pacem Kawonga junto a su hija Melinda, que con sus 8 años es un testigo de la nueva generación que en Malawi creciendo gracias a DREAM.

La amistad con los pobres

Trabajo por la paz, oración, amistad con los pobres y predilección por los ancianos son algunos aspectos de la vida de más de 60 mil personas que trabajan en 74 países del mundo para comunicar el Evangelio, por el diálogo ecuménico, la proximidad con las personas más desfavorecidas, los marginados, los presos y los refugiados.
En 2013 esta actividad multiforme y creativa se ha desarrollado localmente con una óptica global y una especial atención a los cambios sociales en curso y a la evolución de la pobreza y "de las" pobrezas, a causa de la crisis económica. En diciembre, la presentación de la 24 edición de "DÓNDE comer, dormir y lavarse", la guía para quien no dispone de una vivienda que se ha realizado gracias a la aportación de las personas que viven en la calle y de la red que se ha creado entre varias asociaciones de asistencia, fue la ocasión para hacer una reflexión sobre los cambios que está experimentando la pobreza en Roma y en Italia, pero también para dar cuenta positivamente del aumento de un 20% de romanos que prestan su ayuda voluntaria de asistencia tanto individualmente como en grupos, parroquias o asociaciones.  Además de Roma, DÓNDE se publica en Génova, Nápoles, Milán, en España (en Barcelona y en Madrid) y en Argentina (Buenos Aires).
El día de Navidad la comida con los pobres, una tradición que se renueva desde 1982, ha reunido en más de 1.100 comedores de 74 países del mundo a más de 165.000 personas, 22.000 de las cuales eran presos. En Italia, las comidas de Navidad fueron 229 (111 solo en Roma).  Cabe destacar también en este caso un significativo aumento del número de voluntarios que se prestan para realizar este servicio.

Los ancianos: un recurso

En cuanto a la amistad con los ancianos, el patrimonio de experiencia acumulado con el paso de los años se ha concretado en la publicación en 2013 del libro "La fuerza de los años. Lecciones de vejez para jóvenes y familias", que se ha presentado con gran éxito en Roma y en varias ciudades italianas. Desde hace 40 años la Comunidad promueve allí donde está presente iniciativas de servicio, de apoyo, de propuesta cultural, de lucha contra la soledad, de valorización de los ancianos como un recurso precioso para la sociedad, difundiendo una idea positiva de la tercera edad y animando a los ancianos a poner sus energías al servicio de la solidaridad y de la paz. El programa "Viva los ancianos" lleva a cabo una constante actividad de seguimiento de la población mayor de setenta y cinco años de algunos barrios de Roma y de algunas ciudades de Italia. 

Testigos de paz y de convivencia

Ha continuado también la movilización, mediante marchas en lugares de recuerdo significativos en toda Europa, para dar un testimonio de paz y de convivencia entre personas distintas y denunciar los riesgos de un antisemitismo que vuelve a manifestarse setenta años después de la Segunda Guerra Mundial. En paralelo, se han llevado a cabo iniciativas de acogida y de asistencia a los inmigrantes y los nuevos pobres que llegan a Italia huyendo de situaciones de conflicto y desastres naturales en sus países de origen. Cabe destacar la propuesta de crear un centro de acogida europeo y una red continental de primera acogida en los lugares de llegada.