El viernes 26 de septiembre, los Jóvenes por la Paz de Nápoles se reunieron en Ponticelli -el barrio donde el pasado mes de mayo fueron quemadas las barracas de las familias rom-, en el teatro de la parroquia de los Santos Pedro y Pablo que ha acogido en muchas ocasiones la Escuela de la Paz de la Comunidad.
Alrededor de 150 estudiantes de instituto y universitarios, entre ellos muchos jóvenes de Ponticelli, han participado en una hermosa y festiva asamblea para afirmar juntos que Nápoles tiene que ser una ciudad de todos.
En un momento en el que Nápoles está revelando un rostro racista, se ha recordado que de la elección evangélica de una amistad con los pobres puede nacer una ciudad diferente, para todos: “Francisco hoy estaría aquí en Ponticelli visitando a los rom, hablando con la gente, para reconciliar los corazones”.
Al final del encuentro, los Jóvenes por la paz han participado en la oración de la Comunidad de Sant’Egidio en la iglesia parroquial, junto a varios centenares de personas entre ellos varios sacerdotes y muchos fieles del barrio.
El encuentro fue vivido por todos con alegría, como un signo de reconciliación en un barrio herido por la violencia. |