La oración que el jueves 18 de marzo reunió a varios cientos de personas en la iglesia de San Gregorio Magno, en el barrio romano de la Magliana, fue una respuesa inmediata y coral a la violencia.
El domingo anterior, una agresión de origen racista afectó a la comunidad bengalí de la Magliana, destruyendo la tienda de un ciudadano italiano de origen de Bangladesh.
Mucha gente aceptó la invitación de la Comunidad de Sant’Egidio y de las dos parroquias del barrio, dedicadas a San Gregorio Magno y al Santo Rostro, a hacer un momento de oración que manifestara el deseo de vivir juntos, en paz.
Masumia Mohammed, el hombre que sufrió la agresión, de religión musulmana, quiso estar presente, junto a su familia, y no dejó de manifestar su conmoción y su agradecimiento por la solidaridad recibida.
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