Frente a los episodios de violencia como el que ha tenido lugar en via Nazionale de Florencia, la Comunidad de Sant’Egidio, junto a Caritas y a Ronda della Carità relanzan juntos los motivos para convivir, para descomprimir el clima de intolerancia, miedo, agresividad “que caracteriza demasiado a menudo la relación con los inmigrantes y con los sin techo”.
Es emblemático, dijeron, que un hecho como el de Florencia haya sucedido al final de la campaña electoral y en vísperas de la Semana Santa, durante la que se desencadena la violencia contra un inocente y se revela “la fragilidad ambigua que hay en el fondo del corazón de los seres humanos”. Pero Florencia tiene en su larga tradición de integración y promoción humana “los anticuerpos para reaccionar a hechos que preocupan, como sucedió la misma noche de la agresión”, gracias a la intervención del taxista y de las personas que intervinieron para detener a los jóvenes que atacaban a G., un albanés que está en el país desde hace 20 años, y que llegó en un barco de la desesperación, “hombre humilde y frágil –explica Silvia Morsan, de la Comunidad– que como dijeron los comerciantes, no se enfrenta a nadie”.
Las tres asociaciones invitan a todos a no aceptar el clima general por el que “la violencia contra los inmigrantes, nómadas, sin techo, parece algo normal, casi natural, aunque no lo es. La situación de clandestinidad a menudo esconde actos violentos y racistas que sufren no pocas veces personas como G. No nos podemos desentender”.
Así pues, Sant’Egidio, Caritas y Ronda della Carità, manifiestan su solidaridad y proximidad a todos aquellos que –inmigrantes, sin techo y nómadas– “sufren actos de discriminación, a menudo por mera sospecha".
El domingo por la tarde, la iglesia de San Tommaso, sede de la Comunidad de Sant’Egidio de Florencia, organizó una oración con los sin techo. Antes de la oración, en los locales situados junto a la iglesia, leyeron un mensaje del rabino de Florencia, Joseph Levi, y del imán de la comunidad islámica y presidente del Ucoii Izzedin Elzir. |