Túnez ha abolido la pena de muerte. Es el primer país de África del Norte que toma esta decisión. La nueva etapa de Túnez comienza con un significativo gesto de apertura y promoción de los de los derechos humanos.
El Consejo de ministros tunecino aprobó el 4 de febrero de 2011 una serie de convenios internacionales y de protocolos no vinculante relativos, en particular, a la abolición de la pena de muerte, la lucha contra la tortura y la protección de las personas contra las desapariciones forzadas.
La Comunidad de Sant’Egidio, comprometida desde hace muchos añocs en la batalla por la abolición de la pena de muerte en el mundo y en el continente africano, dió la bienvenida a la histórica decisión del nuevo gobierno tunecino como un gesto importante de la apertura y la protección y promoción de los derechos humanos.
Se trata de un paso histórico en esa zona del continente africano y define un método: la necesidad de prevenir divisiones y favorecer un verdadero y profundo proceso de reconciliación nacional que debe prescindir de la pena de muerte y respetar la vida, incluso del oponente y de quien es considerado culpable de un delito. Es la base para poner fin a la violencia, también a nivel de la sociedad civil.
Actualmente en Túnez hay 130 condenados a muerte a la horca, cuatro de ellos son mujeres. La última sentencia se ejecutó en el mes de octubre de 1991. Las condenas a muerte se conmutan a una cadena perpetua dura.
La Comunidad de Sant'Egidio espera que el ejemplo de Túnez, como el de Togo y de Gabón que en este último tiempo han abolido la pena de muerte en África, puedan alentar a otros países africanos en el camino de la abolición de la pena capital, y hacer que África se convierta en el segundo continente, después de Europa sin la pena de muerte.
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