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Ayuda a la Comunidad |
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Roma, 30 de enero de 2011: Recuerdo, en la basílica de Santa Maria in Trastevere, de aquellos que vivían sin domicilio fijo y han muerto por la dureza de la vida en la calle. Domingo: la basílica de Santa Maria in Trastevere está llena. Provenientes de toda Roma, personas sin domicilio fijo y sus amigos se reunieron para recordar a aquellos que han perdido la vida tras haberla pasado en la dureza de la calle. Se recuerda a una mujer, Modesta Valenti, que murió en la calle porque le negaron el auxilio porque estaba demasiado sucia, dijeron. Y con ella, a muchos pobres “amigos de la calle” a los que la Comunidad va a encontrar cada día durante todo el año, en los comedores, con las cenas por la calle, en los centros de ayuda.
«Si su vida parece modesta –dice Vittorio Ianari durante la homilía–, no lo es para nosotros y para el Señor. Todo el mundo procura buscar el gozo para uno mismo, pero el Señor nos dice que gastemos nuestra vida por los demás, porque sólo así encontraremos el gozo». Los que ya no están fueron recordados por su nombre. La lista es larga, larguísima, porque no se olvida a nadie. Quien vive en la calle al menos tiene esta certeza. Por eso cada año vienen aquí –y son muchos– para recordar, sabiendo que son amados y recordados.
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...................................................................................................................... La historia de Modesta La memoria de todos aquellos que han muerto en la calle se renueva cada año, a partir de la muerte de una mujer, Modesta Valenti, que vivía en la calle y que el 31 de enero de 1983 murió en la Estación Termini: sufría dolor, pero no fue auxiliada, sólo porque tenía piojos. A la memoria de Modesta, que se ha convertido en un símbolo de todas aquellas personas que no tienen nada y viven y mueren en la calle, a los que la Comunidad dedica una atención y amistad especial, se dedicó una escultura situada en el comedor de Via Dandolo en Roma, que fue visitada el pasado año por el papa Benedicto XVI. |
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