La Comunidad de Sant’Egidio manifesta su seria preocupación por cómo se está llevando a cabo el “plan nómadas” en Roma. En especial la discrepancia con los sujetos que llevan a cabo el plan se debe a algunas operaciones en el campo de Salone donde se ha expulsado a familias con niños nacidos en Italia. Se trata de personas que vivían en un campo preparado, controlado con cámaras de vigilancia 24 horas al día. Así pues, no había ningún motivo real para el desalojo y traslado al Centro de Acogida para solicitantes de Asilo, centro pensado para acoger a los prófugos que llegan en condiciones precarias a Italia.
Estas familias rom podían quedarse en el Campo y esperar el resultado de la Comisión para la petición de asilo, continuando viviendo con normalidad y enviando a sus hijos a la escuela. Niños integrados felizmente en los centros escolares de la zona se ven alejados de su casa y de su escuela sin motivos fundados. La Comunidad de Sant’Egidio está convencida de que la verdadera integración pasa por el respeto de los niños y de su educación.
Se indica asimismo que el traslado al centro para prófugos hace que los rom, que en el campo pagaban por los servicios básicos, pasen a estar a cargo del Estado.
De los 128 rom de Salone que quieren enviar al centro de prófugos, 74 son niños nacidos en Italia.
Además, al contrario de lo que ha afirmado el prefecto, el traslado al centro de acogida para solicitantes de asilo de Castelnuovo di Porto todavía no se ha llevado a cabo de acuerdo con los rom, que han sido amenazados con una ejecución forzosa, hasta el punto de que han recurrido a sus abogados.
Por otra parte el alcalde ayer afirmó que el traslado de los rom de Salone "es la premisa para empezar luego el desalojo del Casilino 900". Tememos que lo que está sucediendo estas horas se convierta en un triste juego de la oca que perjudicará a los rom: para dar condiciones de vida dignas a algunos, hacen la vida imposible a otros.
La total desconsideración durante mucho tiempo de una serie de propuestas sobre el Plan Nómadas que hizo la Comunidad y que son fruto de una experiencia de más de 30 años al lado de los rom de la capital, hace que no haya las premisas de un diálogo con el Comisionado extraordinario para la emergencia nómadas, Peccoraro, y el Ayuntamiento de Roma que es lo aplica.
Por esos motivos la Comunidad de Sant’Egidio sale de la Mesa Rom crada por el Ayuntamiento de Roma para discutir el plan Nómadas con las asociaciones católicas.
La Comunidad de Sant’Egidio continuará dando su contribución a la integración de los rom en la ciudad de Roma, empezando por los niños, disponible como siempre a colaborar con aquellos que, respetando toda persona, quiere construir una ciudad humana para todos. |