74 refugiados fueron secuestrados hace unos días en el Sinaí. Algunos ya han sido asesinados por los traficantes que los secuestraron. Hace falta, con urgencia, un clamor de humanidad europeo e italiano para evitar nuevos muertos que no pueden encontrar indiferente a un país como Italia, por proximidad, relaciones privilegiadas con Egipto e Israel, por la presencia entre las víctimas de prófugos eritreos que han sido expulsados de Europa y de Libia.
La Comunidad de Sant’Egidio pide a los medios de comunicación el máximo de atención y al Gobierno italiano una iniciativa urgente ante las autoridades israelíes y egipcias para favorecer una rápida y segura salida de esta emergencia humanitaria.
Por desgracia, se trata de una situación extrema, pero que da muestra del drama constante de hombres y mujeres que huyen de condiciones de vida peligrosas y extremamente difíciles, y que cada vez tienen más dificultades para que se tenga en consideración y se acepte su condición de refugiados y prófugos. Hace falta una nueva movilización de las conciencias y de las instituciones, más allá de las contraposiciones ideológicas, y un clamor de humanidad: la ausencia de imágenes de prófugos que mueren en el desierto o en el Mediterráneo no puede ser motivo de indiferencia o de ausencia de responsabilidad. Hace falta un clamor de humanidad para buscar soluciones equilibradas para los refugiados, y aplicar un sistema europeo de reinserción de los prófugos. El drama de hombres y mujeres que escapan de situaciones extremamente difíciles requiere que los gobiernos europeos se movilicen y hagan un clamor de humanidad.
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