 El pasado 16 de diciembre se presentó la 7ª edición de la guía “DONDE comer, dormir y lavarse / ON menjar, dormir, rentar-se 2011" de Barcelona. De la experiencia de la Comunidad de Sant’Egidio con las personas sin techo en diferentes ciudades europeas nació en Roma “DOVE mangiare, dormire, lavarsi” donde se publica desde 1990.
Se trata de un libro de bolsillo que, como una brújula, permite orientarse en la ciudad. En ella se encuentran los lugares donde se puede encontrar ayuda y acogida. La exhaustiva información que recoge (en catalán y castellano) se resume en 206 páginas, 705 direcciones y 14 secciones.
Coincidiendo con uno de los primeros días de frío de este invierno, en la presentación de la guía se ha enviado un mensaje para la acogida y el trato humano de las personas que se encuentran en la calle. La acogida de los más débiles es una señal de humanización de una ciudad. En este sentido, se ha subrayado la necesidad de facilitar la vida a aquellos que por su situación ya la tienen complicada, no impidiendo el acceso a espacios públicos como estaciones, bibliotecas, plazas... y aumentar los lugares de acogida.
En Barcelona todavía hay entre 1200 y 1500 personas que no encuentran acogida y duermen en la calle o en refugios casuales, además de las 800 personas que ya están acogidas en plazas de acogida nocturna en centros del Ayuntamiento o centros privados o concertados. La Comunidad en Barcelona ha construido lazos de amistad con más de 300 personas sin hogar y cada semana las encuentra y las sostiene encontrándolas en la calle.
En la conferencia de prensa de presentación, también se ha reflexionado sobre “Crisis y convivencia. Empezar por los más pobres”, explicando cómo cambia la pobreza y cómo afecta en este tiempo de crisis a las franjas más débiles de la sociedad, particularmente a los extranjeros y los ancianos, en Barcelona y en España Han intervenido Ricard Gomà (Segundo Teniente de alcalde y Regidor de Acción Social y Ciudadanía del Ayuntamiento de Barcelona) y Jaume Castro y Meritxell Tellez de la Comunidad de Sant'Egidio. Ha sido particularmente significativo el testimonio de Francisco Molina que ha explicado la dureza de la vida en la calle y el valor de la amistad de la Comunidad para vencer la soledad, así como la necesidad multiplicar más las ayudas para que nadie duerma en la calle.
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