Bagdad (Irak) - En la tarde del 31 de octubre, algunos hombres armados han irrumpido en la catedral siro-católica de Bagdad en el momento de la celebración de la Eucaristía, asesinando al sacerdote que celebraba la liturgia y más de cincuenta fieles, después de hacer explosionar un coche en la entrada de la Basílica.
El Arzobispo Siro-Católico de Mosul, Mons. Casmoussa, momentos después del ataque, ha recibido una llamada de solidaridad de la Comunidad de Sant’Egidio en la que ha explicado lo que estaba sucediendo.
Mons. Casmoussa, que desde hace tiempo mantiene relaciones fraternas con Sant’Egidio, acaba de regresar del Sínodo por Oriente Medio que se ha celebrado en Roma, y hace unos días participó en la oración por la paz en la región, organizada por la Comunidad en la Basílica de Santa Maria in Trastevere.
La Comunidad de Sant’Egidio manifiesta su dolor por el asesinato de estos hermanos en la fe. En un momento en el que la barbarie de la violencia no se detiene ni ante personas indefensas en un lugar de culto, la Comunidad reitera su proximidad hacia los hermanos cristianos de Irak y continúa su compromiso para recomponer la convivencia pacífica en aquella tierra abrumada por demasiados años de guerra. |