"Al forastero que reside entre ustedes, lo mirarán como a uno de su pueblo y lo amarás como a ti mismo".
Lev. 19,34
Hoy, 3 de septiembre, en la capilla de Sant'Egidio de San Salvador, se celebra una oración para recordar a las víctimas de las emigraciones de los países de América Latina, que se han múltiplicado en los últimos meses.
El último episodio trágico sucedió el pasado martes 24 de agosto, cuando, en una granja de San Fernando - un centro agrícola en la región de Tamaulipas en México - 72 latinoamericanos fueron asesinados por una banda de traficantes a los que se habían confiado para emigrar a los EE.UU.
Hasta la fecha, las autoridades sólo han podido identificar a 32 de los emigrantes: 14 eran orignarios de Honduras, 12 de El Salvador, 5 de Guatemala y 1 de Brasil. Sólo un joven ecuatoriano se ha salvado de la masacre.
La tragedia ha golpeado profundamente a muchos países de América Latina donde el fenómeno de la emigración clandestina se ha agravado a causa de la crisis económica.
Parece ser que el número de personas desaparecidas es mayor de lo que se ha denunciado, porque las famílias de los emigrantes temen represalias por parte de las organizaciones que controlan el tráfico de los clandestinos.
En esta situación de grave violencia e intimidación, las Comunidades de Sant'Egidio en El Salvador, Nicaragua, Honduras, México y Ecuador realizan encuentros de oración en memoria de las víctimas de la emigración. |